Primero debe consultar con su médico y obtener ayuda inmediata si hay síntomas que amenacen la vida. Pregúnteles a los profesionales médicos si estos efectos secundarios son normales y si se los describieron o si se los administraron cuando le recetaron los medicamentos. Si los efectos secundarios no se analizaron cuando le dieron el medicamento o si la compañía farmacéutica no los enumera, comuníquese con un abogado especializado en lesiones para analizar las opciones que puede tener. Puede ser necesario investigar para determinar si la propia compañía farmacéutica puede ser considerada responsable por el sufrimiento que ha sufrido por los efectos secundarios.