Un agravio que ocurre cuando alguien lastima intencionalmente a otra persona. Si bien tales acciones pueden dar lugar a cargos penales, también pueden dar lugar a una demanda CIVIL por lesiones personales.
Los errores intencionales más comunes en Texas son:
- Batería
- Agresión
- Entrada ilegal a la tierra
- Falso encarcelamiento
- Imposición intencional de angustia emocional
- Entrada ilegal a bienes muebles
- Conversión
- Difamación
Hay varias formas de responsabilidad con los errores intencionales, que incluyen:
Responsabilidad del autor del daño: El actor demanda a la persona específica que comete el acto dañino. Esta es la responsabilidad utilizada en la mayoría de las demandas por error intencional. Si el demandante no puede probar la intención, el caso puede ser desestimado o el demandado puede ser considerado negligente.
Intención transferida: en este caso, el demandado no tuvo la intención de dañar al demandante, pero aun así participó en un acto dañino. Por ejemplo, tal vez un conductor, mientras está sumido en la ira de la carretera, desvía su automóvil hacia alguien que lo intercepta. Pierde el control y provoca un accidente que hieren a personas que no están involucradas en el incidente anterior. Estas personas lesionadas pueden reclamar un mal intencional bajo la intención transferida.
Responsabilidad vicaria: esto permite que un demandante demande al empleador de alguien que causa daño, dentro del alcance de su empleo. Y bajo la ley de Texas, en ciertas situaciones, un padre puede ser considerado responsable de los daños causados por sus hijos menores.
Generalmente, las lesiones por errores intencionales no están cubiertas por el seguro del acusado. Cualquier premio otorgado al demandante tendrá que salir de los propios bolsillos del demandado.
Es más probable que se otorguen daños punitivos por errores intencionales que por reclamos por negligencia. Según la Oficina de Estadísticas de Justicia de EE. UU., el 30 % de las demandas por error intencional resultan en daños punitivos, mientras que solo el 1 % de los casos de negligencia lo hacen.
Como la carga de la prueba es diferente en los casos civiles que en los casos penales, es posible tener diferentes veredictos en la misma acción. Por ejemplo, OJ Simpson fue declarado no culpable en octubre de 1995 durante el juicio penal por los asesinatos de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman. Pero un juicio civil de 1997 lo encontró responsable de errores intencionales en sus muertes.